Una cena de ida y vuelta
No estuvo mal la salida. Cuando llegó mi amigo a la puerta de casa me informó de dos cosas: la primera era que el grupo “ya estaba completo”, y que le apetecía “ir al norte”. A Asturias, le dije, pero eso nos quedaba un poco lejos. El coche empezó a andar. Resulta que tenía más o menos una ruta trazada. A Manzanares el Real, un pueblo de la sierra (en Madrid comunidad, la sierra está al norte, supongo que en Asturias o País Vasco, la sierra estará al sur). Pus vamos para allá.
El viaje fue tranquilito. Estuvimos hablando de la carrera, de unos colegas que nos tienen negros, y cosas por el estilo. Incluso pase por un pueblo de un conocido. Así visto, era el típico pueblo de Madrid, con la carretera cortándole por el medio.
Estuvimos a punto de perdernos, porque en un momento dado los carteles a Manzanares el Real desaparecieron. Sólo había direcciones a Cerceda y a Soto del Real. Tiramos a Soto, por lo de Real, no por otra cosa.
El pueblo no estaba mal, era bonito. Pero era por la noche, y no se podía admirar nada que no fuera el castillo. Yo me asuste un poco, porque los restaurantes estaban cerrados. Tenía miedo que sólo abriesen para los domingueros. Conseguimos encontrar un pequeño local de tapas cerca del castillo. Era la “Pulpería de la Sierra”, porque claro, ¿quién no aprecia el auténtico sabor de mar a 800 Km. de él? A pesar de todo, no me quejo. Estaba bastante bien el sitio, era agradable y lo que nos pusieron estaba bueno. En especial las pedazo de croquetas que nos trajeron. Y oye, acabamos llenos por unos 20€, con café y postre incluidos.
Y este ha sido mi fin de semana. El resto es para estudiar hacer ejercicios, que falta me hacen.
Os dejo una foto del castillo, que mola.
2 comentarios
Korova -
¡Saludillos!
puck73 -